Manual Técnico de un Jugador de Club. Capítulo 2

Reglas Generales de la Apertura:

¿Cuánto dura la apertura? Constituyen la fase de apertura, en la que ambos bandos preparan el despliegue de sus fuerzas, desarrollan sus piezas, forman su estructura de peones y ponen a resguardo a su Rey, las primeras 10-15 jugadas, más o menos. Las primeras jugadas determinan las futuras estrategias de ataque y defensa, por lo que es muy importante el no cometer errores graves en los primeros compases de la partida. Rudolph Spielmann, apodado “el amo del ataque”, dijo: “Juega la apertura como un libro, el medio juego como un mago y el final como una máquina”. Los principales objetivos estratégicos en la fase de apertura son los siguientes:

  • Dominar el centro.
  • Liderar el desarrollo y la iniciativa.
  • Conseguir una buena estructura de peones
  • Proteger a nuestro Rey.

Estas son las más importantes, pero tampoco debemos olvidarnos de las siguientes:

  • Haz jugadas típicas de comienzo: avanzar los peones centrales, sacar los caballos, activar los alfiles y enrocar (por este orden). No parece buena idea para el jugador medio el hacer inventos al desarrollar sus piezas.
  • Los Alfiles, y sobre todo los Caballos, están mal colocados en los bordes del tablero, ya que controlan menos casillas. Los caballos, desde las casillas f3 y f6, defienden muy bien los enroques cortos, ya que controlan la casilla débil h2 y h7 respectivamente.
  • Es importante que tras el enroque, ambas Torres entren en la batalla lo más al centro posible, donde tendrán más columnas abiertas y por tanto, mayor actividad.
  • Debemos ser prudentes y no lanzar ataques prematuros durante la fase de apertura.
  • Debemos evitar el realizar cambios que favorezcan el desarrollo del contrario o que de alguna manera obstaculicen el nuestro propio, así como las clavadas, siempre que nos sea posible.
  • No mover más de una o dos veces los peones. Los centrales de las columnas e y d son suficientes para activar nuestras piezas y tratar de controlar el centro.
  • No mover las piezas más de una vez sin motivo para no perder tiempos en el desarrollo.
  • No desarrollar la dama de forma prematura, ya que nuestro rival utilizará su posición expuesta para atacarla haciéndonos perder valiosos tiempos mientras completa su desarrollo, pudiendo llegar a cazarla.
  • No sacrificar nuestras piezas sin una buena razón, como avanzar en el desarrollo, evitar que nuestro oponente enroque, construir un ataque fuerte o desviar la Dama del contrario.

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